CITROEN DS / ID (TIBURÓN)

  • Modelos: DS / ID
  • Apodo: Citroen Tiburón o Citroen Sapo.
  • Comienzo de producción: 1955
  • Fin de la producción: 1975
  • Unidades vendidas: 1.500.000
  • Carrocerías: Sedán 4 puertas Familiar, 5 puertas Descapotable y 2 puertas

MOTOR

1.9 L (1911 cc, 117 cu in) I4, 2 L (1985 cc, 121 cu in) I4, 2.2 L (2175 cc, 133 cu in) I4, 2.3 L (2347 cc, 143 cu in) I4

HISTORIA

El Citroën DS, o también apodado como Citroën Tiburón, es un automóvil diseñado por Flaminio Bertoni que se lanzó al mercado en 1955 (DS 19) como máximo rival del Renault Fregate. Su producción duró 20 años, en los que se vendieron más de 1,5 millones de unidades gracias a su peculiar diseño y a una tecnología innovadora para la época, como la suspensión hidroneumática con corrección automática de altura.

Su desarrollo duró 18 años y se llevó a cabo en secreto. En un principio el proyecto comenzó como el sucesor del Citroën 11 Ligero pero, como os contaremos ahora, la cosa cambió...

Flaminio Bertoni, diseñador italiano autor de las líneas del Citroën Traction Avant y que había mejorado las del TPV, transformándolo en el simpático 2CV que tanto gustó, comenzó a trabajar en las formas del DS en 1938, inicialmente como un rediseño del Traction Avant.

Pasado un tiempo el proyecto tomó una nueva dirección y antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, la dirección de Citroën le comunicó a Bertoni que el objetivo había cambiado: ya no era la mejora del Traction, sino el lanzamiento de un nuevo coche de gran difusión. Su nombre en código fue el de VGD, es decir, el futuro DS.

Bertoni, ya no estaba ligado a los vínculos técnicos del Traction y, de acuerdo con el coordinador general del proyecto, el ingeniero André Lefebvre, empezó a esculpir la imagen del nuevo coche sobre la base de la forma de la gota de agua. Lefebvre no dejaba de repetirlo, es la forma que el líquido adopta para atravesar el aire y, por lo tanto, la más aerodinámica.

Cabe recordar, como curiosidad, que Flaminio Bertoni era más un escultor que un diseñador, por lo que prefería crear esculturas a escala en vez de plasmar en una hoja de papel la idea.

Sucesivamente, entre 1953 y 1954, Bertoni se inspiró en la forma de los peces y así, de primeras, un domingo por la mañana creó la escultura casi definitiva del futuro DS (DS19).

El coche resultante era demasiado largo: medía casi seis metros, algo excesivo para los aparcamientos estándar franceses de aquella época, y ello obligó al centro de diseño a revisar aquella idea a pocos meses de la presentación.

Con la rapidez que lo caracterizaba, Bertoni acortó el “VGD” en casi un metro, reduciendo el voladizo trasero (acercándose así a la idea de Lefebvre de situar las ruedas lo más cerca posible de los cuatro ángulos de la carrocería) y enmascarando el corte con los famosos conos de plástico (o de acero inoxidable) que en la berlina DS alojaban los intermitentes traseros.

El DS 19 se presentó un 5 de octubre de 1955 en el Salón del Automóvil de París. El coche gustó e impactó tanto que se dice que en los primeros 15 minutos de presentación ya se hicieron 750 pedidos, y al finalizar el primer día ya llegaban inlcuso a los 12.000.

Bertoni, siempre insatisfecho con sus propias creaciones, llegó a acusar, en broma, al resto de diseñadores de haber “arruinado” el DS poniéndole ruedas.

Años después del lanzamiento del DS 19, en diciembre de 1963, se cuenta que Bertoni hizo que le trajeran el morro completo de un DS a su laboratorio y, con martillo, plastilina y plexiglass, en pocas horas destruyó y reconstruyó de nuevo el capó, los guardabarros y los parachoques, creando el célebre morro de tiburón que distinguiría a los DS fabricados a partir de septiembre de 1967.

La parte trasera, en cambio, se mantuvo prácticamente idéntica a la del modelo de 1955 con apenas pequeñas diferencias en la parte final de las aletas. Bertoni siempre consideró esta zona del DS como la menos satisfactoria, pero no la quiso trabajar.

En febrero de 1964, durante el transcurso de una reunión de amigos, Bertoni se encontró indispuesto y una ambulancia (un DS, obviamente) lo llevó al hospital, donde murió al cabo de poco tiempo. Había sufrido un ictus que acabó con la carrera y con la vida de uno de los diseñadores de coches más geniales de su época, y encontrar un sucesor para su puesto no resultó una tarea sencilla para Citroën.

Bertoni tenía dos asistentes: Henri Dargent y Robert Opron, llegados hacía poco tiempo del centro de diseño de Simca, y de los dos, el segundo fue el elegido para continuar con el trabajo de Flaminio y hacerse cargo del departamento de diseño de la marca del “Double Chevron”.

Autor, entre otros, del AMI8 (rediseño del AMI6 proyectado por Bertoni en el que fue su último trabajo), del GS, del SM y del CX, Opron intentó completar el trabajo de Bertoni y modernizar el DS dotándolo de un nuevo morro y de una nueva trasera.

Los trabajos se realizaron internamente en el Centro de Diseño, sin paralizar el resto de los proyectos, pero con una prioridad elevada: la dirección temía que los años empezaran a pesar y querían dar al DS un nuevo aspecto que garantizara la continuidad de su producción.

Opron, Gromik, Franchiset, el propio Dargent y todos los artistas de diseño de la marca, esculpieron (imitando al maestro) y construyeron una forma a escala 1:1 de sus trabajos, solo para determinar que todo lo que había hecho Bertoni ya era lo bastante bueno. Finalmente, de los cientos de maquetas, diseños a lápiz y modelos de dimensiones reales no quedaron más que algunas fotos (y algunas maquetas): no se cambió nada en la línea del DS, excepto el frontal diseñado (o, mejor dicho, esculpido) por Flaminio Bertoni en 1963.

Al gran Battista Farina, apodado Pinin Farina, célebre diseñador italiano, se le preguntó, a mediados de la década de 1970, cómo debería Citroën proyectar un nuevo DS para la siguiente década. Su respuesta fue: “deberían dejarlo tal cual, no se puede mejorar aquello que ya es perfecto”.

MOTOR

El Citroën DS, conocido popularmente como el Citroën Tiburón por su diseño futurista y aerodinámico, es uno de los vehículos más icónicos de la historia del automóvil. Su motor, aunque no tan revolucionario como su diseño exterior o su suspensión hidráulica, jugó un papel clave en su rendimiento.

Los primeros modelos del Citroën DS (lanzado en 1955) estaban equipados con un motor de cuatro cilindros en línea, derivado del modelo anterior, el Traction Avant. Este motor tenía una cilindrada de 1.9 litros y ofrecía una potencia modesta, en torno a los 75 caballos de fuerza. Si bien su rendimiento no era comparable al de deportivos contemporáneos, el DS no fue diseñado como un coche de alta velocidad, sino como un vehículo de lujo cómodo y avanzado tecnológicamente.

Uno de los aspectos más destacados del motor era su disposición longitudinal en la parte delantera, lo que facilitaba la tracción delantera, un concepto avanzado para la época. El motor estaba montado detrás del eje delantero, lo que mejoraba el equilibrio y el manejo del vehículo. A lo largo de la vida del DS, Citroën fue mejorando el motor, aumentando la cilindrada a 2.0 y 2.3 litros en versiones posteriores, lo que elevó la potencia hasta unos 141 caballos en las últimas versiones, como el Citroën DS 23.

Aunque el motor no era especialmente potente, estaba diseñado para ofrecer una conducción suave y refinada. Su enfoque estaba más en el confort y la capacidad de mantener altas velocidades de crucero con bajo esfuerzo, lo que lo convirtió en un coche ideal para los largos trayectos por las carreteras europeas.

En conjunto, el motor del Citroën Tiburón, aunque discreto en comparación con su diseño y otras innovaciones, fue una parte crucial de su carácter. La combinación de este motor con la suspensión hidroneumática y el sistema de dirección asistida lo convirtió en uno de los coches más avanzados y cómodos de su época.

GALERÍA

COMPETICIONES DEPORTIVAS

A pesar de que el Citroën DS o Citroën Tiburón no fue diseñado específicamente como un coche de competición, su avanzada tecnología y su innovador diseño lo llevaron a destacarse en el mundo del automovilismo, especialmente en competiciones de rally. Su suspensión hidroneumática, tracción delantera y estabilidad en terrenos difíciles lo convirtieron en una opción sorprendentemente competitiva en pruebas de resistencia, rallys de larga distancia y otros eventos de motor de mitad del siglo XX.

Rallyes y competiciones

El Citroën DS debutó en las competiciones de rally en la década de 1950, poco después de su lanzamiento. A pesar de que su motor no era tan potente como el de algunos de sus rivales, sus características técnicas le dieron una ventaja en rallys donde la resistencia, la comodidad y el control eran más importantes que la velocidad pura.

Uno de los mayores logros del Citroën Tiburón fue en el Rally de Montecarlo de 1959, donde un Citroën DS 19 terminó en primera posición con el piloto Paul Coltelloni al volante, acompañado por Pierre Alexandre como copiloto. Esta victoria fue particularmente significativa porque demostró la capacidad del DS para superar condiciones difíciles, como carreteras heladas y nevadas, gracias a su excelente estabilidad y tracción. La suspensión hidroneumática, que permitía ajustar la altura del coche para sortear diferentes terrenos, resultó ser un arma clave en estas competiciones.

El DS también participó con éxito en otros eventos importantes de rally, como el Rally Safari en África y el Rally Acrópolis en Grecia, donde las condiciones extremas de calor, terreno rocoso y polvo ponían a prueba la durabilidad de los vehículos. En estas pruebas, el DS destacó por su resistencia y capacidad para superar terrenos abruptos donde otros coches quedaban fuera de competición.

La durabilidad del Citroën DS

Uno de los factores clave en el éxito del Citroën Tiburón en competiciones deportivas fue su fiabilidad mecánica. El DS era capaz de mantener el rendimiento incluso en las etapas más largas y duras, lo que lo hacía ideal para los rallys de larga distancia. La suspensión hidroneumática permitía mantener una conducción estable en cualquier condición, y su dirección asistida facilitaba el control del coche en caminos sinuosos y estrechos, algo vital en los tramos más técnicos.

Otros logros notables

El Citroën DS también se hizo un nombre en competiciones de resistencia y turismo en los años 60 y 70. Aunque no era un vehículo destinado a los circuitos de alta velocidad, se le utilizaba en pruebas de regularidad y resistencia en donde la constancia era clave. Además, su destacada participación en competiciones off-road, como los raids en el desierto, cimentaron su reputación como un coche tan robusto como innovador.

Conclusión

A pesar de que Citroën no desarrolló el DS con la intención de convertirlo en un coche de carreras, su éxito en el mundo de los rallyes, particularmente en eventos como el Rally de Montecarlo de 1959, le aseguró un lugar en la historia del automovilismo deportivo. Su combinación de tecnología avanzada y durabilidad hizo que el Citroën Tiburón sobresaliera en competiciones donde las condiciones extremas y la fiabilidad eran fundamentales, consolidando su estatus como un icono del automovilismo.

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